La domina dominada ¿Puede el cliente de una dominatrix seguir siendo rey?

De Tom Deckard 8 de Abril 2023

Los clientes a menudo acuden a una Dominatrix con deseos específicos. Los novatos del tema, en particular, lo hacen por inseguridad y miedo, y a veces incluso traen consigo todo un programa que prescribe el curso de acción con todo detalle. Otros simplemente quieren experimentar una situación específica que han visto en el porno.

Clientes que le digan a la domina lo que tiene que hacer es contrario a su papel.

Algunas dominatrixes que ya tienen mucha experiencia y una clientela fiable pueden permitirse ser tan estrictas que no responden a ningún deseo. Incluso cuando alguien nuevo acude a ellas, lo dejan claro como condición para una cita: "Deja tus deseos, tabúes e ideas en la puerta. Cuando la atravieses, sólo contará lo que yo quiera".

Pero la mayoría de las dominas tienen que atender a una clientela más amplia y son más flexibles. Se comprometen en función de lo ocupadas que estén. El arte consiste en incluir en el juego los deseos específicos del cliente, pero combinándolos a su manera.

Si los novatos quieren saltarse el dominio de la ama con sus directrices, ella no debe dejarse frustrar por ello. Más bien, puede responder, sabiendo que simplemente forma parte del proceso de conocerse, si el nuevo sumiso se enfrenta a lo desconocido con moderación. Todo buen esclavo se abrirá ya después de la primera sesión, porque por segunda vez ya puede imaginarse un poco más concretamente qué esperar. Su educación también le quita inseguridad: la pérdida de control, la sorpresa y el miedo se convierten así en una experiencia excitante que querrá ampliar constantemente con su dominatrix de confianza.

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